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Simulacro 19 de septiembre

Rafael H. Rivera

Un simulacro lo concebimos como la imitación o simulación de algo y en el caso específico de Protección Civil, nos ayuda para medir los tiempos y forma de respuesta de las respectivas brigadas ante un supuesto determinado.

El supuesto bajo el cual se ha planteado el Simulacro en recuerdo de los sismos de 1985 han sido bajo la hipótesis de sismo de gran intensidad para la Ciudad de México, como recordatorio de lo sucedido aquella mañana.

Llegar a lo que ahora es la realización de un simulacro de grandes proporciones no ha sido un camino fácil y ha sido marcado con el desarrollo de la misma Protección Civil en nuestro país y de manera concreta en el DF.

Se hicieron algunos intentos desde 1998, impulsados por la entonces Dirección General de Protección Civil del GDF, planteando la posibilidad de que participaran dependencias gubernamentales y la iniciativa privada, accionando la emergencia con un sistema de audio que se instalaría en diversos puntos estratégicos, sin embargo, la planeación y logística no se antojaba fácil, además de la necesidad de reforzar en el tema de capacitación de brigadistas.

De ese tiempo hasta el año de 2004, se fueron afinando los métodos y formas para poder llevar a cabo este proyecto de un simulacro, donde participara la mayor cantidad de personas en inmuebles públicos y de la iniciativa privada.

Fue precisamente en 2004, cuando el jefe de Gobierno del DF instituyó el mes de septiembre como el Mes de la Protección Civil, impulsando la capacitación y preparación de ejercicios de simulación, concluyendo con la realización de simulacros coordinados en todo el DF.

Hoy en día, este simulacro de grandes proporciones permite que las Brigadas de Protección Civil, ya sea con amplia capacitación, o bien en formación, pongan a prueba su capacidad de respuesta ante el supuesto de una emergencia de grandes proporciones.

Así como han cambiado y actualizado las formas de plantear la realización de estos ejercicios, también se han ido transformando los procedimientos propuestos y recomendados, ahora por la Secretaría de Protección Civil y la inclusión de sistemas de alertamiento temprano, le han dado un nuevo rostro y forma al manejo de este tipo de emergencia en particular.

Hace algunos años, seguramente recordamos, los procedimientos al escuchar el sistema de alertamiento sísmico temprano, nos llevaba a abandonar los inmuebles en le menor tiempo posible; hoy en día, las recomendaciones por parte de la autoridad es que si se pudiera realizar la evacuación en un tiempo menor a 40 segundos (de acuerdo a la hipótesis del Simulacro CDMX 2014), se abandone el inmueble, de otra manera habrá que replegarse a la Zona de Menor Riesgo y esperar a que pase el movimiento telúrico y luego abandonar el inmueble.

Además, es una excelente oportunidad de probar el tiempo y forma de accionar de las diferentes brigadas de Protección Civil bajo diversos supuestos que pueden presentarse en los inmuebles y que son tan variados como las condiciones constructivas, concentración de gente o bien por los materiales y productos que se encuentren en los mismos.

Cada año nos preguntamos si en verdad estamos preparados para enfrentar un sismo similar al de hace 29 años y cada año las autoridades nos responden que sí, sin embargo, la pregunta no tendría que hacerse en ese sentido, sino en los términos de si la población esta capacitada para afrontar emergencias bajo la cultura de la autoprotección.

En los recientes sismos ocurridos en la Ciudad de México, más allá de los efectos que se pudieron dar, lo que hemos visto en los medios de comunicación, e incluso en las redes sociales, son grandes cantidades de capitalinos que abandonan edificios con cierto orden y Brigadas de Protección Civil que actúan responsables.

No olvidemos que también existen los Simulacros de Gabinete, en las que los brigadistas plantean las acciones a seguir y se van afinando los procedimientos específicos de emergencia.

Además, existen otros supuestos bajo los cuales desarrollar hipótesis de emergencias como pueden ser inundaciones, amenazas de bomba, conatos de incendio, fugas de gas o incluso por emergencias que se pudieran suscitar en inmuebles cercanos, si es que en estos se desarrollara alguna actividad que representara algún tipo de riesgo.

En fin, el simulacro que se llevará a cabo este próximo 19 de septiembre, tendrá como hipótesis un sismo proveniente de Petatlán, Gerrero, con una magnitud de 7.6 grados y una percepción de 60 segundos.

Cada simulacro que se lleva a cabo, representa un gran esfuerzo por parte de los brigadistas y de los participantes para obtener los mejores resultados posibles y probar tanto procedimientos como tiempos, por lo que lo mejor que podemos hacer es actuar de manera responsable y tener en cuenta que mientras estemos mejor preparados, tendremos las mejores oportunidades ante una emergencia real.

No olvidemos que el que se realiza los 19 de septiembre es también un homenaje y en recuerdo de las aproximadamente 20 mil víctimas fatales de los sismos de 1985.

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