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Sequía acaba con 5 millones de cabeza de ganado en México

ALFREDO IBÁÑEZ
Actualmente la ganadería mexicana atraviesa por fuertes problemas derivados de la sequía que afectó al territorio nacional en los últimos cinco años. Por la falta de agua, hubo necesidad de trasladar al ganado a otros estados o a la exportación, de manera que hubo una fuerte despoblación de hembras y becerros, en especial en el norte del país, dijo el diputado Rubén Escajeda Jiménez, coordinador legislativo de la Confederación Nacional Campesina en la Cámara de Diputados.

Ahora, agregó, las condiciones climatológicas han cambiado y es necesario intensificar programas de repoblación de hatos, especialmente en los estados de Sonora, Chihuahua, Coahuila, Nuevo León, Durango, Tamaulipas, San Luis Potosí y Zacatecas. En el país, de un inventario de 33 millones de cabezas de ganado mayor en el 2006, se dio una reducción de más de 5 millones.

El diputado federal del estado de Durango recordó que se dieron casos en que, si un productor tenía 30 o 40 animales, se quedaron solamente con 8 o 10. Ellos cuentan con infraestructura y con agostaderos, pero les hacen falta recursos para comprar cabezas en otras entidades y volver a reponer sus hatos, puntualizó.

Para Rubén Escajeda, se espera que con la Reforma Profunda al Campo se den las condiciones para impulsar programas tanto de repoblación de las diferentes especies, en especial de bovinos; asimismo buscar financiamientos con intereses preferenciales, programas de mejoramiento genético y garantía de forrajes a fin de que nuestra ganadería sea más productiva, más rentable y mantenga índices de empleo e ingresos crecientes en el medio rural.

Es posible, consideró, aumentar la producción y productividad en la ganadería nacional, pero para ello es necesario pasar de una ganadería extensiva, a una intensiva de más altos rendimientos y de respuesta inmediata a las inversiones.

Actualmente, México cuenta con una superficie territorial de más de 115 millones de hectáreas de agostadero, y tiene capacidad de producir las cantidades que se requieren para atender la demanda de derivados pecuarios.

Advirtió que para lograr esta meta se tiene que apoyar a los productores y darles instrumentos que estimulen la productividad, y también para controlar de manera rígida las importaciones de carne y leche, porque “cuando todavía no terminamos de obtener lo que produjimos, hay entrada de productos de origen extranjero, lo que provoca la caída de los precios internos”.

alfredoibanezjuarez@yahoo.com.mx
Twitter:@ibanezalfredo

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