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Las políticas de la Ciudad de México colocan en segundo plano a zonas rurales

Las políticas públicas en la Ciudad de México se han enfocado por muchos años a los sectores de la población urbana, dejando en un segundo plano los programas de atención a las zonas rurales que han sufrido el embate del crecimiento de la urbe generando relaciones desiguales e inequitativas para la población rural, señaló, Luciano Concheiro Bórquez, investigador de la Universidad Autónoma Metropolitana (UAM).

El profesor universitario dijo que entre las problemáticas de la capital del país sobresale la instauración y continuación de programas parciales de desarrollo urbano que preservan dinámicas urbanizadoras viciadas de origen; el desgaste de la política de fomento al desarrollo sustentable debido a un proceso inacabado e ineficaz de descentralización política y administrativa de la ciudad.

También ha habido una aplicación limitada de instrumentos de regulación ecológica; acciones públicas en el medio rural de carácter ambientalista impotentes para romper el tradicional esquema burocrático-clientelar entre las instituciones del Estado y la sociedad.

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Respecto a las condiciones de producción se estima que 98% de los productores no se beneficia con créditos ni seguro, 71% no utiliza tractores, 88.5% trabaja en forma individual en superficies de temporal, sólo 31.6% de los ejidos y comunidades cuenta con asistencia técnica, y el uso de semillas mejoradas apenas representa 7.9%.

De acuerdo a comunicado de prensa de la UAM, la producción rural más importante de la ciudad son los nopales con un valor de 775 millones 254 mil pesos; es decir, 64.18% del valor de producción del total del DF, seguidos del cultivo de nochebuenas, brócoli, maíz, avena forrajera, geranios, romeritos y rosas que en conjunto suman 288 millones 72 mil pesos, que representan 23.85% del valor de producción total.

El profesor-investigador del Posgrado en Desarrollo Rural de la Unidad Xochimilco señaló que la producción de ejidatarios y comuneros únicamente comercializa el 43% de sus productos en el DF, el restante se envía fuera o es para autoconsumo.

Declaró que “este contexto provoca fuertes desigualdades en términos de las condiciones de marginación y pobreza en la población de las delegaciones rurales, sobre todo si se le contrasta con las delegaciones urbanas del Distrito Federal”.

Concheiro Bórquez dijo que la Secretaría de Desarrollo Rural y Equidad para las Comunidades del Gobierno del D.F. reconoce a 145 poblaciones capitalinas como pueblos originarios, en la zona rural hay 49 poblados rurales y una población de corte rural de cerca de 700 mil habitantes de los 2.2 millones que viven en el suelo de conservación.

De las 150 mil hectáreas (ha) que conforman la totalidad de la superficie 80 mil son consideradas áreas de conservación ecológica y en ellas se localizan prácticamente las 34 mil ha de propiedad social que actualmente existen y, asimismo, alrededor de 27 mil ha correspondientes a seis poblados que tienen procedimientos agrarios en trámite, que en conjunto conforman 61 mil ha.

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