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A un año del huracán María y sus afectaciones en Puerto Rico

El 20 de septiembre de 2017, María tocó tierra en Puerto Rico como un huracán de categoría 4, y se cataloga como la tormenta más mortal en la historia reciente de los Estados Unidos. Fenómeno natural que hizo evidente la necesidad de abordar acciones de adaptación al cambio climático, especialmente porque afecta de manera desproporcionada a comunidades vulnerables.

María es un claro ejemplo de que el cambio climático provocado por los seres humanos está haciendo que los huracanes sean más intensos y destructivos, al alimentar varios factores que contribuyen a este tipo de tormentas.

En el caso de Puerto Rico se puede apreciar un incremento de las precipitaciones en eventos muy intensos, casi en un 30 por ciento, de 1958 a 2016.

Los niveles del mar más altos aproximadamente por cuatro pulgadas desde 1960, lo cual se proyecta que incremente 22 pulgadas para 2060. Esto se traduce en fuertes mareas tempestivas que avanzan hacia la tierra, resultando en mayores propiedades destruidas y riesgos para la salud.

Se ha medido que los océanos están más cálidos con temperaturas de más de 1.5 grados Fahrenheit desde 1900. Esto significa tormentas más poderosas debido al aumento de la evaporación de las aguas oceánicas.

Todo ello se conjunto para que la devastación de María fueran de 2,975 personas que murieron como resultado de este huracán y sus secuelas, todo esto, de acuerdo con el recuento oficial basado en un estudio de la Universidad George Washington.

Además que el huracán María provocó el apagón más grande en la historia de los Estados Unidos. Casi todos los residentes de la isla perdieron la electricidad por un promedio de 84 días, y algunos hasta por 300 días. Los impactos de este apagón incluyeron:

70% de los hospitales sin electricidad

14% de los hogares reportaron una incapacidad para acceder a medicamentos

9.5% de los residentes dijeron que carecían de la electricidad necesaria para el equipos de asistencia respiratoria

Tomó más de un mes para que la cobertura de telefonía celular regresara a la isla

Los residentes de Puerto Rico pasaron un promedio de 68 días sin agua limpia después de la tormenta.

El gobierno puertorriqueño estima que costará 139 mil millones de dólares recuperarse de la devastación relacionada con el huracán María.

Una encuesta reciente encontró que el 83% de los puertorriqueños reportaron serios efectos por la tormenta, tales como daños mayores a sus hogares, pérdida de la energía eléctrica por más de tres meses, reveses en el empleo o empeoramiento de problemas de salud.

Casi 800 mil puertorriqueños (12 por ciento de la población) abandonaron la isla en los meses posteriores al huracán María, de ellos,  más de la mitad no ha regresado.

Los niveles de pobreza se elevaron hasta el 52% de la población a raíz del huracán María.

Este estudio y análisis de organizaciones latinas de los Estados Unidos lamentaron que la respuesta del gobierno estadounidense fue lenta e insuficiente.

Entre las cifras que se pudieron medir indican que:

54% del personal de emergencia federal no estaba calificado para sus puestos

Muchos no tenían las habilidades lingüísticas necesarias en español

Investigaciones, incluyendo las del periódico Político, encontraron un “doble estándar persistente” en los esfuerzos de respuesta y alivio federales realizados en el huracán María, comparados al huracán Harvey.

Además, el director de la Agencia Federal para el Manejo de Emergencias (FEMA, por sus siglas en inglés), Byrne, no fue a Puerto Rico hasta tres semanas después de la tormenta. Además, cuando el Presidente Trump visitó, minimizó severamente la inadecuada respuesta del gobierno federal.

Hoy, a un año del paso del huracán María, el Congreso aún no ha actuado para abordar la reducción de la contaminación climática que contribuyó a la intensidad y destructividad de este huracán.

Aunque hay defensores climáticos en el Congreso, demasiados están ignorando o negando el problema. Algunos legisladores lo quieren abordar de dos maneras-por un lado, reconociendo la amenaza, pero, por el otro, oponiéndose a todas las acciones para reducir la contaminación climática.

Entre las opciones que la sociedad organizada pide es que no sólo se reconstruya la red de electricidad de Puerto Rico, sino que sea una instalación más limpia, más asequible y resiliente.

Finalmente se denunció que la Administración Trump no está actuando para proteger a las comunidades más vulnerables. “Necesitamos que nuestros funcionarios electos en todos los niveles, luchen por la acción climática, el aire limpio y el tratamiento equitativo de todas las personas que viven en América, independientemente de dónde vivan”.  Para apoyar este tipo de proyectos sociales se invitó a registrarse en edf.org/vote .

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