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Sólo 12 de 35 países de OCDE alcanzarán objetivo de educación ODS

De acuerdo al nuevo informe de la Organización de Cooperación de Desarrollo Económico (OCDE), los países miembros de la Organización deben redoblar esfuerzos para mejorar la calidad y la igualdad de sus sistemas educativos como parte de sus compromisos de cumplir con el Objetivo de Desarrollo Sostenible (ODS) relativo a la educación para 2030.

En el estudio Panorama de la Educación 2016 (Education at a Glance 2016) se mide por primera vez las iniciativas llevadas a cabo por los países para alcanzar «la educación de calidad incluyente y equitativa y fomentar las oportunidades de aprendizaje permanente para todos». De los 35 países de la OCDE, sólo 12 que cuentan con información disponible alcanzan el nivel de referencia para por lo menos cinco de los 10 objetivos ODS relativos a educación, y sólo seis de los 22 países de la Unión Europea poseen información disponible.

Australia y Canadá son países con alto desempeño, seguidos por los Países Bajos y Bélgica, con datos sobre todas las metas y un desempeño en el nivel de referencia en por lo menos siete de las 10 metas. Pero otros países afrontan un enorme reto. En general, las metas de calidad de los resultados de aprendizaje y competencias de los estudiantes y adultos han demostrado ser las más difíciles de cumplir.

Angel Gurría, Secretario general de la OCDE, comentó que «estas conclusiones son aleccionadoras. La educación de alta calidad y accesible sigue siendo un reto para todos los países del mundo», quien estuvo acompañado por el Comisionado Europeo de Educación, Cultura, Juventud y Deporte, Tibor Navracsics, quien dijo que «mejorar la eficiencia, la calidad y la igualdad de la educación es fundamental para promover el crecimiento incluyente y ofrecer a todos una oportunidad equitativa de alcanzar el éxito.»

La mayoría de los países han aumentado su inversión en educación en años recientes: entre 2008 y 2013, los números de estudiantes matriculados en las escuelas bajó 1%, pues hubo menos nacimientos en la zona de la OCDE, pero el gasto por estudiante en términos reales fue 8% más alto en 2013 que en 2008.

El gasto por parte de los estudiantes y las familias también ha aumentado, en particular en la educación terciaria, donde 30% del gasto proviene de fuentes privadas. Entre 2008 y 2013, el gasto privado total aumentó 14% en toda la OCDE y 12% en la UE22. Si bien algunos países han creado mecanismos de financiamiento que otorgan a más estudiantes mejores oportunidades de estudiar, otros aplican tasas impositivas que dejan las oportunidades educativas fuera del alcance de los estudiantes, excepto los más ricos.

Muchos jóvenes aún no experimentan el beneficio del aumento en el gasto: en todos los países de la OCDE, una de cada seis personas de 25-34 años aún no cuenta con una educación de nivel medio superior. La tasa de desempleo de los jóvenes sin este nivel educativo es de 17.4% en promedio (21.2% en la Unión Europea), en comparación con sólo 6.9% (8% en la Unión Europea) de aquellos en el mismo grupo de edad que sí cuentan con una educación terciaria.

También persisten los desequilibrios de género. Si bien más mujeres que hombres son ahora graduadas de educación terciaria, las mujeres aún no están representadas lo suficiente en las carreras de Ciencia, Tecnología, Ingeniería y Matemáticas. La transición de la escuela al trabajo también resulta más difícil para ellas. En todos los países de la OCDE, 18.5% de las mujeres de 20 a 24 años no trabajan ni estudian ni están en formación (son NiNi), en comparación con 15.5% de los hombres.

Los inmigrantes tienden a retrasarse respecto a sus pares nativos en logro educativo en todas las etapas, lo cual les dificulta más encontrar empleo después de terminar sus estudios. Las tasas de participación en los programas de educación preescolar que son esenciales para el desarrollo de las competencias cognitivas, emocionales y sociales de los niños son considerablemente menores para los niños inmigrantes.

En promedio, 37% de las personas de 25-44 años de edad de origen inmigrante pero sólo 27% de las personas del mismo grupo de edad sin ese origen cuyos padres no terminaron la educación media superior tampoco han conseguido terminar ese nivel educativo. Los estudiantes de origen inmigrante tienen muchas menos probabilidades de obtener una licenciatura o de terminar algún programa terciario equivalente que los estudiantes nativos. 

En el informe también se cuestiona si los países obtienen el mejor rendimiento sobre su inversión en educación. La presión popular presionó a los gobiernos a reducir el tamaño de los grupos de educación media básica en 6% de 2005 a 2014, pese a que el programa PISA de la OCDE demostró que los sistemas educativos de alto desempeño sistemáticamente dan mayor prioridad a mejorar la calidad de los maestros que a reducir el tamaño de los grupos.

La inversión en esta reducción del tamaño de los grupos ha consumido recursos que sería mejor destinar a la selección y a la recompensa de profesores de alta calidad: de 2005 a 2014, los sueldos de los profesores de educación media superior aumentaron en promedio sólo 1% en términos reales, y en un tercio de los países bajaron.

 

Acerca de Juan Carlos Machorro

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