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Festejo de Centurias

Antes de que tuvieran uso de razón, su festejo de Natividad de la Virgen María se celebraba, ahora son viejos y su tradición de centurias está arraigada en las nuevas generaciones. Su fiesta es de 10 días. Para el 8 de septiembre adornan increíble y majestuosamente su pequeña, pero bella iglesia inaugurada en 1680. Se encuentra en Santa María Coatepec, cuya cabecera municipal es El Seco, Puebla. El pueblo tiene unos 8 mil habitantes, que se dividen por primera y segunda sección. Para celebrar el nacimiento de María, en esta ocasión se adornó hermosamente la iglesia con antulios, rosas de invernadero, lilis, orquídeas, gerbera, casablancas y follaje. No crea que es cualquier adorno, no. Van del piso al techo y del principio al fondo; es realmente algo digno de admirarse.
El costo, dicen, muy discreto porque fue de 60,000 del águila. Bueno es que el adorno de la iglesia del Padre Jesús en San Miguel Tecuitlapa tuvo un valor monetario de 140,000 pesos. Nueve días previos al festejo de María, se hacen bailes. Uno es para comerciantes, otra para transportistas y así sucesivamente se van haciendo por ramo económico. El que se hizo en honor a los migrantes fue amenizado por Aarón y su Grupo Ilusión y por Klass que en total se les pagó 150,000 pesos por lo dos. Se adquirieron 200 arreglos florales para darle uno a cada una de las familias que tienen migrantes, los cuales tuvieron un valor total de 27,000 pesos. En otro de los bailes estuvo Viento y Sol y Cadetes de Linares. Para el 8 de septiembre se tiene reservado el festejo mayor, entonces se adorna la iglesia y se hacen sus respectivas misas durante el día. Luego, en lo que es el enorme atrio y plazuela, a las 23 horas dan inicio los juegos pirotécnicos.
Primero se inicia con un castillo y luego el otro; el que sea más bonito, tenga más colores, formas, bombas, dure más y eche menos humo es el ganador. Este es un gusto de los habitantes de la primera y la segunda. La parte perdedora le echa más ganas para el siguiente festejo y la ganadora, para mantener la supremacía. Lo mismo sucede con las bandas que tocan alternadamente, de las 21 a las 9 horas, cada sección lleva la suya y obvio, la que se luzca mejor y agrade más al respetable, es la triunfadora. En esta ocasión, el castillo de la segunda, midió 30 metros de altura y duró prendido alrededor de 45 minutos, lo hicieron los coheteros de San Miguel Sácaola, y tuvo un costo de 160,000 pesos. La banda, contratada por la segunda, tocó Claro de luna, El lago de los cisnes, El cascanueces, Nabuco y Carmina Burana entre muchas otras, mientras ardía el castillo de esa sección y cobró 38,000 pesos por sus servicios.
Terminada la rivalidad de los castillos, continuó la de las bandas, mientras nosotros seguíamos diciendo salud y danzando hasta las 5 de la mañana del 9 de septiembre. Según cálculo de los organizadores, el festejo de esta año tuvo un costo total de 1 millón 200 mil pesos. La invitación al ritual nos la hizo la Margarita Ascensión de Jesús y Víctor Hernández, ahí comimos el 8 y fuimos a dormir un rato el domingo, día en que nos invitó a comer Lidio Hernández y Efigenia Hernández.

Acerca de Luis Enrique Velasco Yépez

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