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El licor de reyes (I)

Ome Tochtli (2 conejo) Acrílica sobre cartulina 23.2 x 25.8 centímetros.

Es afirmación actual de los antropólogos e historiadores especializados que la identidad y los atributos del personaje llamado Quetzalcoatl nacieron entre las comunidades nahuas asentadas en las cuestas colindantes con la Huasteca, amplia región desde donde el culto a los númenes del pulque fuera llevado etapa a etapa, en los movimientos grupales, hasta llegar al sitio donde los señores se convierten en dioses: Teotihuacan.

Desde la era semiolvidada en la huasteca era practicado el juego del tochtecomatl (el tazón de los conejos) en él, reunidos los cuidadores de los templos de los dioses del pulque simbolizaban la presencia de los “cuatrocientos conejos” (tzentzon totochtin), es decir, las numerosas divinidades relacionadas con el pulque, y era durante este ritual –dedicado a la deidad y dirigido por uno de los sacerdotes que recibía el mismo título o nombre: Patecatl– que retomaban la leyenda del descubrimiento del pulque por Mayahuel, Patecatl y otros muchos, cuando ya preparado el brebaje recién descubierto éstos invitaran a los viejos y viejas principales a una gran comida de celebración en el monte Chichinauhia.

Y dice la leyenda que era mujer (Mayahuel) la primera que supo cómo agujerear los magueyes para sacar la miel y que el primero en hallar y añadir las raíces adecuadas para lograr su transformación en la bebida divina era el llamado Patecatl que en el monte Chichinauhia, ellos, junto con Tepuztecatl, Quatlapanqui, Tliloa, Papaztactzocaca inventaran el pulcre.

A la luz de las complejas concepciones de los antiguos pobladores de los innumerables pueblos agrícolas, un vínculo estrecho ligaba a la vegetación y sus ciclos con el recorrido y transformaciones de Meztli (la luna) cuyas fases y eclipses fueron estudiados cuidadosamente por los astrónomos desde la época de los mayas.

En “La vida cotidiana de los aztecas” (FCE, 1980), Jacques Soustelle asienta que estos grupos humanos regulaban su vida con los presagios entresacados del tonalamatl “… el que nacía bajo signo el 2 tochtli sería borracho…” y era necesario ajustar la fecha para evitar el destino nefasto “… porque este octli y esta borrachería es causa de discordia y distensión, y de todas revueltas y desasosiegos de los pueblos y reinos; es como torbellino que todo lo revuelve y desbarata…” y así, nadie deseaba para su progenie tal mancha.

Respecto a los “cuatrocientos conejos” (tzentzon totochtin): “Se consideraba que el conejo representaba a la luna, porque los mexicanos veían en las sombras del astro nocturno la forma de este animal. Al fin de las cosechas se celebraba a estos dioses campesinos por medio de banquetes en el curso de los cuales el octli corría a raudales: así se convirtieron también en dioses de la embriaguez.”

En la leyenda el octli aparece como la vía propicia para la derrota de Quetzalcoatl a quien sus enemigos logran embriagar con el licor bebido en cinco vasijas y en la inconsciencia de la embriaguez caer en pecado.

Es en los primeros días del doceavo mes, denominado Teotleco, “La llegada de los dioses” era el periodo durante el cual los jóvenes enramaban los altares de todos los dioses para recibirlos después de su largo peregrinar, les lavaban los pies y en su honor el pueblo comía tamales, en tanto, a los ancianos les otorgaban las cuencas de pulque para celebrar la compañía de las entidades divinas.

Acerca de Víctor Manuel López Wario

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