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Desarrollan robot de rescate en edificios colapsados

Ante la presencia de siniestros telúricos y los daños que ello provoca en edificaciones, y la necesidad de rescate de personas, la celeridad con que se debe realizar dicha operación hacen necesario el fomento a nuevas tecnologías que coadyuven en dicha operación; por ello, la Secretaría de Ciencia, Tecnología e Innovación del Distrito Federal (SECITI) apoya con 600 mil pesos el Proyecto para la fabricación de un robot de exploración y rescate, en el que participan especialistas del Instituto Politécnico Nacional (IPN).

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Este grupo de investigadores es liderado por Paola Niño Suárez, Jefa del Departamento de Investigación de la Escuela Superior de Ingeniería Mecánica y Eléctrica del IPN, quien señala que el propósito de su proyecto es desarrollar un robot móvil terrestre capaz de ingresar en los estrechos espacios de un edifico colapsado y encontrar personas: “con ello aceleramos su localización y reducimos el riesgo que enfrenta el personal de emergencia ante tales situaciones”.

Este sistema consta de una plataforma con ruedas sobre la que se monta un brazo manipulador capaz de levantar una carga mínima de 3 kilogramos, además de un conjunto de cámaras de video.

La investigadora señaló que “su diseño le posibilitan manipular y monitorear diferentes tipos de objetos. Así como identificar y verificar el nivel de peligro del entorno de acuerdo a la serie de imágenes que provee su sistema de cámaras”. Además que la operación de robot se realiza a través de una palanca de control (joystick) y una computadora portátil que contiene el software de control y además despliega las imágenes que captura el robot, no obstante el equipo de Niño Suárez trabaja ya para emplear una tablet.

La especialista de la ESIME explica que actualmente el robot está en fase de prueba prototipo y entre sus ventajas es ser un sistema multiplataforma, pues no sólo se puede utilizar para encontrar personas en la situación ya descrita, sino que también puede equiparse para el monitoreo e identificación de parámetros en ambientes altamente nocivos para la vida humana como las centrales nucleares, condiciones de calor extremo o en ambientes de riesgo químico o biológico. Incluso en la detección de explosivos.

Otra ventaja es que este diseño, en el que también participa el Centro de Investigación en Ciencia Aplicada y Tecnología Avanzada (CICATA) del IPN, opera con una plataforma abierta y tecnología mexicana que puede ser reparada, al que se le puede dotar de mantenimiento y actualizarse sin grandes costos, esperando terminar su fase de pruebas en diciembre próximo.

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