Entradas de Víctor Manuel López Wario

  • Una hora disfruté con la mirada en su dedo meñique, ese pequeñín menospreciado, el opuesto al laureado pulgar, el gordo diferenciador de la familia de seres erguidos, el único de […] 0

    Un dedo

    Una hora disfruté con la mirada en su dedo meñique, ese pequeñín menospreciado, el opuesto al laureado pulgar, el gordo diferenciador de la familia de seres erguidos, el único de […]

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  • —Uno— Mirar tus ojos sin perder tu mirada, contar con mis manos el calor de tus dedos sin que un pasado añejo enturbie el momento hasta pulsar en tu aliento […] 0

    Tres

    —Uno— Mirar tus ojos sin perder tu mirada, contar con mis manos el calor de tus dedos sin que un pasado añejo enturbie el momento hasta pulsar en tu aliento […]

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  • En alguna de las casas cercanas a las dos esquinas hacia el norte de la casa habitada durante la infancia vivía un hombre en el que si el calificativo de […] 0

    El hombre en la esquina

    En alguna de las casas cercanas a las dos esquinas hacia el norte de la casa habitada durante la infancia vivía un hombre en el que si el calificativo de […]

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  • Transfigurados por los efectos visuales —contribución de la tecnología—, los héroes en el papel migran y adquieren otra voz y otros movimientos. Opacadas por el estruendo, las escenas fílmicas ofuscan […] 0

    Superhéroes

    Transfigurados por los efectos visuales —contribución de la tecnología—, los héroes en el papel migran y adquieren otra voz y otros movimientos. Opacadas por el estruendo, las escenas fílmicas ofuscan […]

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  • Practicaba fervorosamente la compleja responsabilidad de los niños: esquivar la realidad. A veces lo conseguía, otras quedaba en fútil intento. Lejana la infancia aún exige su espacio. —2— “Enrique Díaz […] 0

    Escamas

    Practicaba fervorosamente la compleja responsabilidad de los niños: esquivar la realidad. A veces lo conseguía, otras quedaba en fútil intento. Lejana la infancia aún exige su espacio. —2— “Enrique Díaz […]

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  • Un anciano arrugado, barbado, desdentado, encorvado bajo el peso de un enorme bracero sobre su espalda, sedente, es la representación de la divinidad ancestral, Huehuetéotl (del náhuatl: huehueh-teotl, ‘dios-viejo’). En […] 0

    Huehuetéotl

    Un anciano arrugado, barbado, desdentado, encorvado bajo el peso de un enorme bracero sobre su espalda, sedente, es la representación de la divinidad ancestral, Huehuetéotl (del náhuatl: huehueh-teotl, ‘dios-viejo’). En […]

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  • La invención del cálamo retuvo la palabra. La superficie fue memoria y los afanes cotidianos: cimeros. La palabra es creación pausada, ininterrumpida, la idea escrita es búsqueda incansable, receptáculo, recuperación […] 0

    Soplo divino

    La invención del cálamo retuvo la palabra. La superficie fue memoria y los afanes cotidianos: cimeros. La palabra es creación pausada, ininterrumpida, la idea escrita es búsqueda incansable, receptáculo, recuperación […]

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  • Por aquellos días en Banjed transcurrían —y es un cálculo de alguien carente de esa sabiduría para dictaminar un aproximado a la edad ajena: siempre yerro— sus 8 o 10 […] 0

    Banjed

    Por aquellos días en Banjed transcurrían —y es un cálculo de alguien carente de esa sabiduría para dictaminar un aproximado a la edad ajena: siempre yerro— sus 8 o 10 […]

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  • Los orígenes de esta Danza de los Diablos yacen provisionalmente en la época colonial, es una manifestación de la evangelización de las misiones para inculcar en los pobladores originales los […] 0

    El Tenango

    Los orígenes de esta Danza de los Diablos yacen provisionalmente en la época colonial, es una manifestación de la evangelización de las misiones para inculcar en los pobladores originales los […]

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