Sustentabilidad

Riñones de la Tierra

Los humedales son ecosistemas extremadamente importantes para la conservación de la diversidad biológica en general y el bienestar de las comunidades humanas, por ello es indispensable protegerlos y conservarlos, a través de lo que se denomina una utilización sostenible, porque sus servicios ambientales están valuados en más de 20 billones de dólares al año y porque sin agua no hay viabilidad alguna para la vida. Esto es bueno recordarlo siempre y no solamente el 2 de febrero que es el Día Internacional de los Humedales.

De acuerdo con la Comisión Nacional de Áreas Naturales Protegidas (Conanp), la importancia de los humedales radica en las funciones ecológicas que desempeñan, como la recarga y regulación de mantos freáticos, mantener una gran biodiversidad (en sus tres niveles: especies, genético y ecosistemas), brindar protección contra tormentas e inundaciones, estabilizar la línea costera, controlar la erosión, retener nutrientes y sedimentos, filtrar contaminantes y estabilizar las condiciones climáticas locales, particularmente lluvia y temperatura.

También reportan beneficios económicos como asegurar el abastecimiento de agua (cantidad y calidad); mantener los recursos pesqueros (más de dos tercios de las capturas mundiales de peces están vinculadas a la salud de las zonas de humedales); ayudar en la agricultura manteniendo las capas freáticas y reteniendo nutrientes en las llanuras aluviales; proveen madera y otros materiales de construcción, así como recursos energéticos (como materia vegetal); otros productos de humedales, incluidas hierbas medicinales; posibilidades de recreación y turismo.

Además, poseen atributos especiales como parte del patrimonio cultural de la humanidad pues están asociados a creencias religiosas, cosmológicas y valores espirituales, constituyen una fuente de inspiración estética y artística, aportan información arqueológica sobre el pasado remoto, sirven de refugios de vida silvestre y de base a importantes tradiciones sociales, económicas y culturales locales.

A pesar de todo lo anterior, los humedales siguen figurando entre los ecosistemas más amenazados del mundo, sobre todo, a causa de la continua desecación, conversión, contaminación y sobreexplotación de sus recursos. Su pérdida o degradación constituye un serio daño ambiental que debe ser reparado o evitado.

En México, la destrucción de humedales avanza lenta, pero constantemente, prueba fehaciente de esto fueron los del Valle de México que fueron desecados para morada de millones de personas. Así como los manglares que se arrasan para que las grandes trasnacionales construyan sus centros turísticos, algunas veces, exclusivo para turismo extranjero.

En la actualidad, en México existen 131 humedales de importancia internacional que representan aproximadamente 9 millones de hectáreas. Además, hay 4 que esperan su turno para que la Convención Ramsar les otorgue ese estatus, este 2 de febrero o cualquier otro día.

Los humedales con el estatus de importancia internacional, es decir, reconocidos por la Convención Ramsar, tienen algo a su favor, por lo menos en teoría, que los gobiernos nacionales están obligados a protegerlos y conservarlos. La Convención Ramsar estipula que la selección de los humedales que se incluyan en la Lista deberá basarse en su importancia internacional en términos ecológicos, botánicos, zoológicos, limnológicos e hidrológicos.

De acuerdo a lo que se conoce como avance del Inventario Nacional de Humedales, la CONANP tiene identificados a 210 de éstos, mientras que la Conagua reconoce a 109 cuerpos de agua con sus humedales asociados y 64 ríos importantes por abastecimiento a la población y distritos de riego y en total abarcan unos 12 millones 813 mil 481.92 hectáreas.

El valor universal de los humedales no tiene precio.

¿Qué son los humedales?

«Riñones de la Tierra», este adjetivo se le ha dado a los humedales para poner en relieve su importancia. A éstos se les encuentra en la forma de extensiones de marismas, pantanos, turberas, superficies cubiertas de aguas, natural o artificial, permanentes o temporales, estancadas o corrientes, dulces, salobres o saladas, incluidas las extensiones de agua marina cuya profundidad en marea baja no exceda de seis metros.

En general, se reconocen cinco tipos de humedales principales:

Marinos (humedales costeros, inclusive lagunas costeras, costas rocosas y arrecifes de coral). Estuarinos (incluidos deltas, marismas de marea y manglares). Lacustres (humedales asociados con lagos). Ribereños (humedales adyacentes a ríos y arroyos). Palustres (es decir, «pantanosos» – marismas, pantanos y ciénagas).

Podemos decir que un humedal se compone en general de tres elementos: agua, suelos hídricos y los diferentes tipos de vegetación asociada al cuerpo de agua (vegetación hidrófila).

Acerca de Luis Enrique Velasco Yépez

El autor no ha proporcionado ninguna información.

2 Comments

  1. 2 de febrero XIX aniversario d @MiAmbiente,yo también cumplo 19 orgullosos años en esa gran empresa http://www.miambiente.com.mx/?p=8720

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