General

Analizan golpes militares en México y Chile

Más de 50 años median entre uno y otro, pero los golpes militares en México y en Chile generaron profundas transformaciones sin las cuales sería difícil comprender sus procesos sociales, incluidos los democráticos; estos cambios son el punto de encuentro y discusión de historiadores y políticos que participarán en un seminario dedicado a estos hechos.

Por ello, 20 investigadores de México y Chile, entre ellos Lorenzo Meyer, Julio Pinto, Verónica Valdivia, Pedro Salmerón, Josefina MacGregor, Rafael Sagredo y Paolo Riguzzi, disertaron, en torno a los escenarios políticos, el concepto de “intervención” y las representaciones culturales de ambos procesos.

Este foro organizado por el Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH) y El Colegio de México (Colmex) son las instituciones convocantes al encuentro académico A 100 años de la Decena Trágica y 40 del golpe militar en Chile, en donde se analizó que ambas sublevaciones, comentan Pavel Navarro Valdez e Inés Herrera, organizadores del simposio internacional, dejaron una impronta en la historia de una y otra nación. En el caso mexicano, hace un siglo con la asonada que depuso al presidente Francisco I. Madero, y en el chileno, con el derrocamiento del gobierno de Salvador Allende, en 1973.

Sobre los contextos de ambos acontecimientos, explican que el cuartelazo de La Ciudadela, inmerso en la Revolución Mexicana, “precedió las transformaciones que trajeron la Revolución Rusa y las dos guerras mundiales”. En tanto, “la sedición del ejército chileno ocurrió en un escenario definido por las experiencias de liberación nacional y las tensiones de la Guerra Fría”.

En el ámbito interno, abundan Pavel Navarro Valdez e Inés Herrera, investigadores del INAH, “en ambos gobiernos democráticos la unidad de sus componentes sufrió un resquebrajamiento acelerado que comprometió de manera grave su posición política. A ello se sumaron elementos de carácter externo que coadyuvaron a acelerar su caída”.

Coinciden que otro aspecto más fue la postura hostil por parte de los gobiernos en turno de Estados Unidos, que velada o abiertamente esgrimieron la amenaza de la intervención, además de la agresiva actuación de las compañías privadas en defensa de sus intereses y el afanoso desempeño de los embajadores norteamericanos por alimentar el clima de inestabilidad.

En este juego de ajedrez, la traición de los generales Victoriano Huerta y Augusto Pinochet, asestó el golpe definitivo para truncar la incipiente democracia mexicana y chilena, instaurando regímenes militares.

“Una notable diferencia que invita a la reflexión, es que el régimen emanado del golpe chileno se prolongó durante 17 años, mientras que la dictadura huertista se derrumbó en poco más de un año, debido al embate de los ejércitos revolucionarios”, anotaron los historiadores Pavel Navarro e Inés Herrera.

Todos estos puntos de reflexión hacen pertinente al próximo encuentro, dado que las consecuencias de los acontecimientos mantienen suma vigencia en la vida de ambas naciones, dicen los coordinadores del simposio organizado por la Dirección de Estudios Históricos del INAH y los centros de Estudios Sociológicos y de Estudios Históricos del Colmex.

“El régimen militar chileno impuso estructuras que todavía hoy rigen sobre el sistema político de Chile. En México, la mutilación de la experiencia democrática no sólo daría paso a etapas decisivas en el proceso revolucionario, sino que representa la puesta en práctica de severos procesos políticos, propios del siglo XX, aunque con el hálito del restauracionismo tardío”.

Comentarios Cerrados

Los comentarios están cerrados. No podrás dejar un comentario en esta entrada.